La etapa infantil-juvenil es una de las etapas más importantes en nuestra vida, ya que en ella se producen todo tipo de cambios tanto por dentro como por fuera. El desarrollo cognitivo es crucial en esta etapa, pues se produce un aumento de las capacidades intelectuales, del lenguaje, y de las habilidades sociales, lo que nos ayuda a configurar nuestra forma de ser y de comportarnos.
Son muchos los factores que influyen en esta etapa, no solo las propias experiencias, sino también las emociones de los familiares, las dinámicas en casa, los cambios físicos que tienen lugar, las experiencias (colegio, instituto, profesores, otros compañeros, amigos, etc.).
Con el fin de que los menores vivan de la mejor manera posible esta experiencia, procuramos que el trabajo terapéutico sea lo más lúdico posible haciendo las sesiones lo más dinámicas posibles, agradables y con actividades divertidas basadas en juegos, cuentos, manualidades, etc., sobre todo para los más pequeños.
