El duelo es una reacción natural que se produce ante la pérdida. Se trata de una experiencia universal, pues todos pasamos por ello, pero también personal, ya que va a variar en función de cada persona. Cualquier pérdida puede llevarnos a un duelo: inestabilidad financiera, pérdida de trabajo, venta de una vivienda, jubilación, divorcio, separación, enfermedad grave, aborto, pérdida de una mascota, perdida de un familiar o ser querido, entre otras.
Como todo proceso, tiene una serie de etapas que nos ayudarán a poder abordarlo de una manera satisfactoria. Este proceso puede durar desde unos meses hasta años, manifestándose en incapacidad para continuar con la rutina, shock, tristeza profunda, culpa, incredulidad, adormecimiento, alteraciones del sueño o alejamiento de la vida social.