Metodología de trabajo basada en la corriente cognitivo-conductual uniendo terapias de tercera generación con el fin de tener una perspectiva más integradora. Centrándonos en que la pareja encuentre un espacio seguro para explorar y resolver los conflictos, mejorar la comunicación y fortalecer su conexión emocional. Todo ello con herramientas que os ayuden a construir relaciones más saludables y satisfactorias.

La vida en pareja puede ser muy alegre y satisfactoria, pero aun, cuando las cosas funcionan bien, la rutina puede desestabilizar la convivencia.

En el transcurso del tiempo las parejas se exponen a cambios que ponen la prueba, al igual que a su compromiso. El nacimiento de un hijo o su emancipación, una enfermedad grave de algún miembro de la familia, el cuidado de las personas mayores, un cambio laboral o un despido, son fuentes de estrés que nos pueden desestabilizar. Cuando una pareja siente que sus esfuerzos por restablecer la convivencia no les llevan a que las “cosas funcionen como antes”, es momento de pedir ayuda.





Entendemos que la pareja es un sistema en constante equilibrio, donde se busca la felicidad propia como la del otro, donde la relación entre ambos miembros debe ser equitativa, preservando las necesidades individuales.

Admitir que nuestra relación de pareja ha terminado es, en la mayoría de los casos, un proceso que supone un antes y un después en ambos miembros, y que conlleva un proceso doloroso. Hacerlo de la mejor manera posible, contando con los recursos psicológicos y las estrategias adecuadas, nos ayudará a superar la ruptura de la manera más exitosa posible. Las causas de las rupturas pueden ser diversas, diferencias en los proyectos vitales, en los valores, infidelidades, decepciones o el desamor. Cualquiera de ellas o la suma de varias puede llevar a una de las personas o a ambas a distanciarse emocionalmente y finalizar la relación.

Cuando las rupturas no son de mutuo acuerdo es muy difícil soportar los sentimientos que pueden aparecer de abandono, soledad o culpa, ya sea por sentirse responsable de la ruptura en sí misma o del dolor que pueda experimentar la otra persona.

Durante este proceso las emociones son muy intensas incluso desbordantes, lo que hace que el camino sea más complejo y más si hay hijos de por medio. Por todas estas razones, trabajamos siempre a favor de una ruptura positiva donde ayudamos a entender a los miembros de la pareja lo que sucederá y cómo se pueden llegar a sentir.



Dificultades o problemas en la convivencia.

Dificultades en la comunicación.

Dificultades en la confianza y problemas de celos.

Problemas de infertilidad.

Relaciones de dependencia emocional.

Dificultades en el proceso de separación o divorcio.

Las principales dificultades que se trabajan en terapia de pareja son:

Centro de psicología Ana C. León
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