La etapa infantil-juvenil es una de las etapas más importantes en nuestra vida, ya que en ella se producen todo tipo de cambios tanto por dentro como por fuera. El desarrollo cognitivo es crucial en esta etapa, pues se produce un aumento de las capacidades intelectuales, del lenguaje, y de las habilidades sociales, lo que nos ayuda a configurar nuestra forma de ser y de comportarnos.
Son muchos los factores que influyen en esta etapa, no solo las propias experiencias, sino también las emociones de los familiares, las dinámicas en casa, los cambios físicos que tienen lugar, las experiencias (colegio, instituto, profesores, otros compañeros, amigos, etc.).
Con el fin de que los menores vivan de la mejor manera posible esta experiencia, procuramos que el trabajo terapéutico sea lo más lúdico posible haciendo las sesiones lo más dinámicas posibles, agradables y con actividades divertidas basadas en juegos, cuentos, manualidades, etc., sobre todo para los más pequeños.
Las principales problemáticas que abordamos son:
No nos dejamos atrás a los padres, ellos también forman parte del trabajo, al igual que la coordinación con los orientadores/psicólogos de los centros escolares y servicios médicos; todo ello con el objetivo de conseguir una intervención integral.
Dentro de esta etapa, diferenciamos la adolescencia como una etapa de transición entre la etapa más infantil y la etapa adulta. En este periodo se producen numerosos cambios, tanto en el cuerpo como en el funcionamiento psicológico. Momento donde se construye nuestra identidad, se busca la autonomía y la toma de decisiones independientes, separándose de las figuras de referencia.
Consideramos que es un punto crucial, ya que en esa construcción no se poseen las estrategias ni la seguridad necesaria para ser independientes totalmente, lo que lleva a diversas emociones que en ocasiones pueden llegar a anular la razón. Es habitual que se encuentren en luchas internas entre la dependencia hacia sus padres y el deseo de ser independientes, siendo visible a través de las discusiones, las peleas y los malos modos.
- Trastornos de ansiedad.
- Problemas de sueño.
- Bajo estado anímico o baja motivación vital.
- Problemas de autoestima e inseguridad.
- Trastorno por Déficit de Atención (T.D.A)
- Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (T.D.A.H).
Las principales áreas de trabajo en esta etapa son:
