Hay ciertas dolencias físicas que se ven causadas y/o agravadas por nuestras emociones negativas y el estrés que sufrimos. Las cefaleas, migrañas, dermatitis, psoriasis, fibromialgia, hipertensión, fatiga crónica o el dolor crónico son algunas de ellas. Entender que es normal que aparezca el malestar, así como la manera en la que influyen nuestras emociones, procesos psicológicos y hábitos de vida en la evolución de la enfermedad es fundamental para que reaparezca el bienestar que ha desaparecido en nuestro día a día.
Los trastornos psicosomáticos son afectaciones físicas que se originan por factores psicológicos como el estrés y la ansiedad. Estos trastornos del estado de ánimo pueden afectar a varios sistemas del cuerpo como el cardiovascular, el gastrointestinal y el respiratorio. Los principales síntomas que encontramos son: dolores de cabeza, vértigos o mareos, dolor en las articulaciones, náuseas, palpitaciones, taquicardias, dificultad para respirar, entre otros. Los trastornos psicosomáticos más comunes son: la hipertensión, las taquicardias, el asma bronquial, algunas alergias, síndrome del colon irritables, la colitis ulcerosa, erupciones cutáneas como la psoriasis y el eccema.